Theology and Reading
Southwestern Journal of Theology
Volume 52, No. 2 – Spring 2010
Managing Editor: Malcolm B. Yarnell III
By Juan Francisco Martínez. Nashville: Abigdon Press, 2008. Paperback, $18.00
El libro es una introducción principalmente al trabajo eclesial entre los latinos en los Estados Unidos. Ha sido escrito por un teólogo latino con experiencia misionera en Guatemala y que ahora funciona como decano asistente del Departamento de Estudios de la Iglesia Hispana del Seminario Teológico de Fuller en California.
Escrito en un estilo sencillo y accesible, el libro se esfuerza por cubrir la extensa y compleja variedad de este ministerio. Comienza describiendo la multitud de retos que la iglesia latina enfrenta (históricos, culturales, lingüísticos, etc.). A continuación nos recuerda las maneras acostumbradas—y muchas veces inadecuadas—en las que la iglesia estadounidense de la cultura dominante ha lidiado con ellos. Por ejemplo, el autor analiza el modelo de “deficiencia” con el que a veces se define el ministerio latino. Fijar los ojos en las finanzas como factor principal para la realización del ministerio Cristiano no sólo resulta insuficiente, sino que corre contra de la revelación de Dios en las Escrituras y en Jesucristo. Una manera más completa y cristiana de hacer el ministerio sería revalorar todos los “recursos” que las iglesias latinas traen a esa tarea. Entre estos, el autor menciona la función de las familias extendidas fuertes, un mestizaje que nos flexibiliza culturalmente, etc.
En los capítulos cuatro y cinco el lector encontrará una descripción de las maneras en que las iglesias latinas están poniendo en función aquellas fortalezas y recursos. Aunque el trabajo es ya bastante variado, todavía existen áreas en que estos ministerios pueden flexibilizarse y multiculturalizarse aun más. El futuro presenta retos importantes en algunas de esas áreas. Martínez habla especialmente del trabajo juvenil, del desarrollo de líderes, y del trabajo misional hacia afuera de la comunidad latina. Sin embargo, al final nuestro autor se muestra optimista sobre ese futuro y nos invita a soñar con “esos destellos de Dios que representamos los latinos en los estados unidos” (15).
El lector encontrará un libro cálido, con reconocimientos personales y pastorales. Debemos agradecer al autor su esfuerzo por sintetizar una panorámica extremadamente complicada. Quizá a eso se deba que la mayor parte del contenido sea más bien descriptiva y menos prescriptiva. Por supuesto, en términos de esta materia habrá muy pocas cosas que puedan ofrecerse como receta culinaria o médica. De todas maneras, no deja de sentirse a momentos en el libro la necesidad de tener sugerencias más concretas.
El libro es una muy buena herramienta de análisis de la realidad hispana en los Estados Unidos. Todo líder y pastor hispano sacará genuino provecho al leerla, aun en los casos en que se pudiera diferir con el autor. Ya que la obra está escrita también en inglés, muchos otros líderes no hispanos podrían obtener una visión más realista y cristiana del ministerio hispano con el cual tarde o temprano se encontrarán—si es que todavía no lo han hecho.
La lectura de esta obra se ve favorecida por dos características más. El libro está salpicado, en cajas a lo largo del texto, con opiniones y comentarios de varios líderes hispanos de este país. Finalmente, en una especie de apéndice, el autor ha recogido una concisa lista de recursos para el ministerio latino que incluye literatura y lugares en la Internet.
